El holocausto en el puerto

Ocurrió en mi población
Rememoro con tristeza
Una terrible oblación
Vidas y naturaleza

Extra extra las noticias
Todo Chile se enteraba
Que el viento confabulaba
Con una grande malicia
Del infierno la delicia
Deleznable maldición
Nos recuerda la canción
Que enlutó a Valparaíso
Porque Dios así lo quiso
Ocurrió en mi población

Nena, Pedro, su menestra,
Trabajaban con esmero
Fuego allí cundió primero
En la que era casa nuestra
Tanto, pero hoy ni muestra
Las papas y milanesas
Margarinas y vienesas
Los huevitos y bebidas
Perdieron aquí la vida
Rememoro con tristeza

El holocausto en el puerto
De verde a rojo pasó
Y en su camino dejó
Al bello Pajonal muerto
Convertido en un desierto
Y tengo la convicción
Fue del humano el error
Al no gastar y prever
Lo que no debió caer
Una terrible oblación

Amigos María y Raúl
El tiempo les fue quitado
Como niños castigados
Casa dada en ataúd
Hoy se encuentran en la luz
Imagino la belleza
De aquel reino su grandeza
Trueno del Shofar, Hashem
Que no quiere más perder
Vidas y naturaleza

Bien amigos me despido
No sin ante’ agradecer
La ocasión para aprender
De estos niños, yo les digo
Soy poeta no mendigo
Es hora de reflexión
De no olvidar la lección
Y no seguir esperando
Vamos todos caminando
Pa’ hacer la reconstrucción

Por Pamela, de cerro Merced.
Valparaíso, noviembre de 2015.

Y el mundo se estremeció

Tan terrible circunstancia
Todo en mi vida cambió
De la noche a la mañana
El mundo se estremeció

El día doce de abril
Dos mil catorce fue el año
Millones fueron los daños
Todo fue un ir y venir
Recuerdos vimos morir
Los tesoros de la infancia
Sólo quedó su fragancia
Luchando entre la ceniza
No me quitó la sonrisa
Tan terrible circunstancia

Mi vida estaba resuelta
Tranquila con mi familia
Pero una ardiente vigilia
Acechó mi frágil puerta
Bolas de fuego violentas
Que el viento multiplicó
Ni un zapato me dejó
Sólo llagas en mis pies
Un dolor nuevo encontré
Todo en mi vida cambió

Aturdida nuestra mente
Enfrentadas a la nada
Extraviamos la mirada
Despertamos de repente
Con la ayuda de la gente
Y su hermosa caravana
Con el chuzo, con la pala
Caminando aparecieron
Superhéroes todos fueron
De la noche a la mañana

Volvimos los pobladores
A las casas de emergencia
Nos armamos de paciencia
Se olvidaron los rencores
Florecieron los valores
El puerto se desbordó
Con la ayuda y el amor
El país en gran alianza
Renació nuestra esperanza
El mundo se estremeció

Esta no es la despedida
No es adiós sino hasta siempre
Muchas gracias nuevamente
A seguir con nuestra vida
Desde alegre perspectiva
Los cerros se fusionaron
Al unísono gritaron
¡Ya ganamos la batalla!
En la cima de Las Cañas
Nuevos sueños comenzaron

Versos elaborados por las vecinas del cerro Las Cañas:
Rosa S., Cristina, Juana, María Angélica,
Grecia, Maritza, Margarita Elena, Manuela,
Elena, Olga, Belén, Rosa V., Catalina, María Adriana,
Margarita V., Rosa del Carmen y Laura.
Valparaíso, noviembre de 2015.

Santa Pedro Lemebel

Hoy viernes triste cuarteta
De negro todo el cordel
Se ha marchado otro poeta
Santa Pedro Lemebel

Día veintitrés de enero
De este año dos mil quince
Hoy supimos, tuvo que irse
Un hermoso compañero
El ala de su sombrero
Llora en la esquina secreta
Aquella donde el poeta
Sus heridas suele abrir
Solo nos queda escribir
Hoy viernes triste cuarteta

Un puñal es la noticia
En el corazón del pueblo
No es adiós del voy y vuelvo
De aquel que vivió injusticias
Es un hecho que desquicia
Cuando un héroe ha sido aquel
Con un lápiz y un papel
Abrió de raíz sus venas
Hoy nos consume la pena
De negro todo el cordel

Este ser iluminada
Ofreció toda su vida
Entre yeguas y perdidas
Entre seres marginadas
Así será recordada
Por venir a abrir la puerta
Como una perra maestra
Que ladraba con estilo
Y a los pijes dijo filo
Se ha marchado otro poeta

De perlas y cicatrices
Nos habló con loco afán
Con retruécanos que están
Retratando los deslices
Ojo ‘e loca puso grises
A los dueños del papel
Animita en el burdel
Del torero y tus temores
Sigue y háblame de amores
Santa Pedro Lemebel

Adiós mariquita linda
Despedida no deseada
Desde el Zanjón de la Aguada
Piscola y vino con guinda
Que tu jerga no se rinda
Con la lengua de serpiente
Que ese corazón candente
Y la tinta de tu cara
Queden maricueca rara
Palpitando entre tu gente

Por Colectivo Cordel + Mia, desde Barrio Puerto.
Plaza Echaurren, Valparaíso. Viernes 23 de enero de 2015.

Volver arriba