Corro alegre por mi barrio

Cuando niña yo jugaba
Cerca ‘el pozo y los atajos
Los de abajo más arriba
Los del medio más abajo

Nacida en cerro La Cruz
Al año llegué al Merced
¡Qué distinto viera usted!
Amarilla era la luz
No había micros ni bus
Caminando se llegaba
Y con perros que ladraban
A las risas inocentes
En el luche sonriente
Que de niña yo jugaba

Llegada la adolescencia
Sentí ganas de salir
Y conocer el vivir
Era mucha mi inocencia
Y también era inconciencia
De cuantos viven abajo
Que no sueñan a destajo
Como yo sí que lo hacía
Cuando era niña y corría
Cerca ‘el pozo y los atajos

Hoy es bueno caminar
Por este mi cerro hermoso
Reconocer lo asombroso
Viendo a la gente avanzar
Y aunque puede tropezar
O andar siempre a la deriva
Imagino una salida
Me viene la reflexión
¡Yo tengo la solución!
Los de abajo más arriba

Cada día, cada año
Corro alegre por mi barrio
Bajando por Seminario
Ahí las piedras hacen daño
¡Ah! Yo me acuerdo de antaño
Que buscaba los atajos
Y me daba un gran trabajo
Para encontrar el sendero
Conocer lo verdadero
Los del medio más abajo

Ya me vengo despidiendo
De este mi cerro y su embrujo
Yo mi tristeza la estrujo
En sus calles recorriendo
Y con la gente sonriendo
Ahora mismo no quisiera
Dejar a nadie allá afuera
Menos a todos aquellos
Que hicieron un cerro bello
Pa’ que ningún mal lo hiera

Por Alicia, de cerro Merced.
Valparaíso, noviembre de 2015.

Décimas al reloj

Viejo reloj de madera
Adornabas la muralla
Viste crecer mi quimera
Que recuerdo donde vaya

Isócrono movimiento
con tu ritmo y tu compás,
marcando el tiempo fugaz
impreso en mi pensamiento.
Con alegría y lamento
al costado de la vera,
en invierno y primavera
perenne tu trayectoria,
aún vives en mi memoria
viejo reloj de madera.

Me ayudaste a ser puntual
como siempre en cada cita,
pa’ verme con Margarita
eso que era lo habitual.
Suceso casi ritual
donde mi deseo estalla,
tú, la muda atalaya
donde mi recuerdo estriba,
mirando pasar la vida
adornabas la muralla.

Lo que estoy rememorando
es aquel querido rancho,
al que ni en mis sueños mancho
en él estoy cavilando.
Dirán está delirando
mi paisano si pudiera,
echar mi nostalgia fuera
comprenderían lo que digo,
mi fiel y mudo testigo
viste crecer mi quimera.

Los que miran y no ven
pasando esta vida hermosa,
la muerte es muy generosa
al dejarnos vivir bien.
Disfrutando d‘ este edén
airosos en la batalla,
paisano que no desmaya
va bregando en su camino,
son las huellas del destino
que recuerdo donde vaya.

Al fin en la despedida
lo que hoy conservo y ciño,
son los recuerdos de niño
con mi gente tan querida.
¡Donde vivía la vida!
sin importar patrimonio,
como obra del demonio
en un rincón de la troj,
ese encantador reloj
el más claro testimonio.

Brindis:
Por el reloj brindaré
el de pared y pulsera,
es con su mágica esfera
con la que me embelesé.
Soñando me ilusioné
con laureles y el olivo,
las razones que cultivo
procuran sobrevivir,
sin resignarse a partir
por las calles del olvido.

Por Luis, desde el cerro Merced.
Valparaíso, noviembre de 2015.

Lejos estoy de mi casa

Mirando aquel viaje sordo
Lejos estoy de mi casa
Con aires de amor rotundo
Sintiendo mi piel muy mansa

Un día salí a encontrarme
Tratando de buscar algo
Es cierto que yo me salgo
Voy pensando en enterrarme
Entero sin embarrarme
Con alas me siento cuerdo
Navegando en el recuerdo
De aquellos días de olores
Dejaré miles de flores
Mirando aquel viaje sordo

Mamita no llores nada
Son solo amarguras verdes
Sin mí sé que no me pierdes
Pronto volveré en manada
Para cantar la tonada
Un altar me sobrepasa
Es tu alma que en mí traza
Detalles de un resplandor
Mi corazón es candor
Lejos estoy de mi casa

Paisajes multicolores
Aromas besan sentidos
Pajaritoh en los oídos
Sin penas y sin dolores
No desperdicies colores
Vénganse todos al fundo
Que no hay ningún moribundo
Felices están sonrientes
Arboles muestran sus dientes
Con aires de amor rotundo

Largo es el camino ¡ay!
Con paso firme susurro
Aunque cueste yo concurro
Siento vocecitas ¡ay!
Que bien se siente aquí ¡ay!
Ya volví mamá descansa
Siento tu corazón, ¡se alza!
Regreso contento al nido
Extrañaré lo vivido
Sintiendo mi piel muy mansa

Por fin traigo frutas dulces
Semillas para plantar
Sabiduría del cantar
De aquel viaje entre los peces
Para ver si te estremeces
Escuchando la aventura
Y con toda la ternura
Derramaré sin consuelo
Sobre tus brazos sin celo
Me aferraré a tu cintura

Por Jonathan, de alguna parte de la ciudad.
Valparaíso, 29 de enero de 2016.

Los amigos de mi alma

Los amigos de mi alma
Se juntaron por la noche
Armaron tremendo boche
Para descifrar sus karmas

El principio fue azaroso
Poco tenían pal trago
Todos juntaron el pago
Pa’ pedir la ronda al mozo
A vaso lleno en reposo
Al verse todos en calma
Chocaron todos sus mangas
Hicieron el brindis primo
A todos ellos yo estimo
Los amigos de mi alma

Ya no era tan temprano
Tomaban ideas bellas
Hablaban de sus estrellas
Historias, líos de año
Todos brillaban extraños
Por venidero derroche
Ninguno tenía coche
Sí tenían todos amores
Todo pincel sus colores
Se juntaron por la noche

Se puso pelúa la cosa
Ya nadie alertaba el miedo
La guitarra salió al ruedo
Cantó la vivencia hermosa
Instrumento le destroza
Poniendo oro a este broche
Varios gritos de reproche
Callaron el bar entero
Un combo salió primero
Armaron tremendo boche

Ya libres de todo culpa
Se abrazaron con sonrisa
Ninguno teniendo prisa
Continuaron con la pulpa
Ideas y ninguna multa
Sus miradas son un arma
Abiertas como la palma
Construyeron el deseo
Y nadie se sintió reo
Para descifrar su karma

Al fin, cuenta la historia
Cada loco con su tema
Ninguno es algún emblema
Cacería de victoria
Cada cual con su memoria
Vamos todos caminando
Somos todos mismo bando
Y son muchas diferencias
Dejemos linda herencia
Que no sea contrabando

Por Alex Waghorn, ciudadano del mundo.
Plaza Echaurren, Valparaíso. Jueves 22 de enero de 2015.

Sueltas las décimas

Martes veinte conocí
Muchachos muy especiales
Lito, Pablo, Claudio y Alex
A la Fabiola y la Pri
Muy lindo lo que viví
Yo jamás lo olvidaré
Siempre me recordaré
De los felices momentos
Aunque pase mucho tiempo
Algún día volveré

Por Mariela, de Barrio Puerto.


Creciendo la barriguita
Con fuerza de mil raíces
Me alegro de ser felices
Con cada día chinita
Mi corazón se encabrita
Con este presentimiento
Por sentir el movimiento
Que hay en tu cintura bella
Donde alojan las estrellas
Que verán su nacimiento

Por Sebastián, llegando a Valpo.


Ya reinas desesperanza
Con sentencias de rencor
Piedra rota sin amor
Llamas has lanzado a casa
Felicidad arde en brasas
Sol, cenizas y rescoldo
Arrogancia por los poros
Capricho y vanidad son
Ventanas que dan al sol
Brazos abiertos a todos

Por Francisco, de Playa Ancha – Mulchén.


En la frente se le nota
Los destellos de la vida
Con la vista un poco herida
Casi pierde hasta las botas
Con faroles y gaviotas
Ella ayer se fue a bailar
Y de tanto suspirar
No le sale improvisao
Corazón le han arrancao
Esta rima y recitar

Por Mia, camino al mar.


Cuando llegaste Rodrigo
En un día ahogado en sol
Las nubes de caracol
Te renacen hoy, mi amigo
Con el viento que concibo
Una gaviota del puerto
Cruza mar, ciudad, desierto
Plumas de luz y de sombra
Canción prestada de alondra
Te regalo aquel encuentro

Por Claudia, de Brooklyn.

Décimas escritas en la plaza Echaurren de Valparaíso, el viernes 23 de enero de 2015.

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